Las tartas son el postre favorito en muchos hogares, pero a veces son complicadas de hacer bien porque no todas las cremas o preparaciones son ideales para todas las circunstancias. Te ofrecemos algunos trucos para que tu tarta sea la ideal, en cualquier caso.
El primer truco es comprar cobertura con chocolate cuando la tarta tenga un relleno tipo crema y la vayamos a transportar. La cobertura de chocolate, una vez dura por el frío de la nevera, se conserva bastante tiempo así y hace que la tarta no se desparrame en un viaje en coche. Evidentemente, siempre va a ser un producto delicado, pero le aportará consistencia y el riesgo de que la tarta llegue deshecha será mucho menor.
El segundo truco es para que el bizcocho de la tarta no te quede seco. Hacer un bizcocho casero parece muy fácil, pero a veces queda seco y no sabemos por qué es. Lo primero, no uses mantequilla en su elaboración, mejor aceite. Y, además, los ingredientes deben de estar todos a temperatura ambiente. Tamizar la harina hará que el bizcocho se quede mucho más esponjoso, especialmente si el azúcar y el huevo se baten juntos hasta que quede blanco antes de añadirlos. Estos pequeños detalles son básicos para conseguir un bizcocho esponjoso que absorberá mejor el jarabe que prepares para emborracharlo.
Si te gusta adornar tus tartas, el tercer consejo es que esto no lo hagas hasta el momento en que vas a llevar la tarta a la mesa. Algunas personas le ponen adornos de nata o merengue y luego, cuando van a servirla, se encuentran con que la nata se ha derretido o el merengue ha soltado líquido y la presentación es mucho peor de la esperada, incluso tiene un toque pringoso. Cuanto menos tiempo pase entre la decoración de la tarta y el servicio en mesa, mejor.
Aunque la decoración de la tarta debe de ser inmediata, la preparación, y es nuestro cuarto consejo, es siempre mejor que sea de un día para otro. Así, a la tarta le dará tiempo para enfriar y a los ingredientes de asentarse. La tarta estará mucho mejor si se preparara la tarde antes y se deja en la nevera durante toda la noche. Así, se consumirá perfecta, fresca y en el mejor momento para disfrutar de su sabor.