Cómo cuidar la salud intestinal de los perros


Junto con los genes y condiciones ambientales, la microbioma intestinal del perro está influida por su dieta, por los alimentos ricos en fibra o en bacterias «buenas» para su salud digestiva. Para el ser humano, el yogur y el kéfir son excelentes probióticos —es decir, contienen microorganismos vivos que ayudan al mantenimiento de su flora intestinal—, pero las mascotas deben obtenerlos a través de suplementos específicos. Por esta razón, la Compra Probióticos para el tracto digestivo Perros es altamente recomendable, pero entender su funcionamiento es crucial.

¿Sabías que la microbiota o flora intestinal del perro contiene diez mil bacterias por gramo? Con todo, perdería en la comparativa con la microbiota humana, lo que explica en parte por qué los bocados aptos para nuestro consumo están lejos de serlo para canes de cualquier especie.

Los probióticos caninos se comercializan en cápsulas masticables y polvos solubles que concentran gran cantidad de bacterias como la Enterococcus faecium y otras positivas para su digestión. Incorporarlos a las raciones diarias ayuda a mitigar problemas como la colitis, la diarrea o el estreñimiento.

Además de suministrarle probióticos, es importante diseñar una alimentación equilibrada para la mascota, acorde con su edad, peso y estado de salud. El aporte de fibra es indispensable, ya que los piensos y latas de carne ofrecen cantidades insuficientes en general.

Esta fibra se divide en dos grupos: soluble e insoluble. A este grupo pertenecen el salvado de trigo, la calabaza y zanahoria cocida, el arroz integral o la manzana son fuentes de fibra.

Para cuidar la salud intestinal del perro, deben moderar la cuantía de las raciones de alimento y adaptarlas a sus necesidades específicas. Un ejemplar adulto debe consumir, en varias tomas, el equivalente al dos o tres por ciento de su peso corporal. Respecto al agua, esta se mantendrá siempre a su alcance, siendo una ayuda valiosa en sus digestiones.