Las revisiones dermatológicas ayudan a diagnosticar a tiempo enfermedades de la piel y a ofrecer pautas para tratar y aliviar sus primeros síntomas. Estos chequeos, sin embargo, pasan a ser urgentes cuando la persona detecta hongos, eczemas, lunares y otras irregularidades. Es entonces cuando debe consultarse a un Dermatólogo especialista en cara en Vigo con la mayor brevedad.
Los lunares o nevos, en concreto, son motivo de preocupación para las generaciones actuales, conscientes de su relación con el cáncer. Sin embargo, menos del diez por ciento de la población decide revisar el carácter benigno o maligno de estas lesiones de la piel.
Aunque la mayoría de los lunares son inofensivos, una pequeñísima parte de ellos esconden un tipo de cáncer cutáneo denominado melanoma. Su erradicación es posible cuando se detecta en las fases iniciales, pero a simple vista pueden ser confundidos con nevos comunes. De ahí la importancia de acudir al dermatólogo.
Otra señal de alarma son las quemaduras solares. Se manifiestan en forma de ampollas, enrojecimiento y erupciones cutáneas fácilmente reconocibles. Su peligrosidad a medio y largo plazo es alta, ya que el daño celular puede derivar en el temido cáncer.
La caspa, cuando se presenta en forma puntual y moderada, entra dentro de lo normal. Sin embargo, la persistencia de estas partículas blancas y la imposibilidad de eliminarlas con una mejor higiene puede enmascarar una patología más grave, como la psoriasis. En este caso, los afectados deben contactar con el especialista en dermatología capilar, es decir, el tricólogo.
La micosis u hongos cutáneos, por su parte, son parásitos que aprovechan las zonas húmedas del cuerpo para proliferar. En función del tipo de micosis (onicomicosis, pitiriasis versicolor, pie de atleta, etcétera), se prescribe un tratamiento adecuado.
La sequedad e inflamación de la piel en áreas específicas también es razón suficiente para contactar con el dermatólogo. Estos síntomas se ajustan al eczema o dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria.